Rosario por México, todos unidos por la libertad de nuestro México querido
El Rosario es una oración católica basada en las Escrituras y honra a la Virgen María. Comienza con el Credo de los Apóstoles, que resume los grandes misterios de la fe católica. El Padre Nuestro, que presenta cada misterio, es de los Evangelios. La primera parte del Ave María son las palabras del ángel que anuncian el nacimiento de Cristo y el saludo de Isabel a María. San Pío V añadió oficialmente la segunda parte del Ave María. Los Misterios del Rosario se centran en los acontecimientos de la vida de Cristo.
La repetición en el Rosario está destinada a llevar a uno a la oración contemplativa y de descanso relacionada con cada Misterio. La suave repetición de las palabras nos ayuda a entrar en el silencio de nuestro corazón, donde habita el espíritu de Cristo. El Rosario se puede rezar en privado o en grupo
Los Misterios Gozosos recuerdan a los fieles el nacimiento de Cristo: La Anunciación (Lucas 1: 26-38); La Visitación (Lucas 1: 39–56); La Natividad (Lucas 2: 1-21); La Presentación (Lucas 2: 22–38); El hallazgo del niño Jesús en el templo (Lucas 2: 41–52)
Los Misterios Dolorosos recuerdan la pasión y muerte de Jesús: La Agonía de Jesús en el Huerto (Mateo 26: 36–56); La flagelación (Mateo 27:26); La coronación de espinas (Mateo 27: 27–31); El llevar la cruz a cuestas (Mateo 27:32); La crucifixión (Mateo 27: 33–56).
Los Misterios Gloriosos se enfocan en la resurrección de Jesús y las glorias del cielo: La Resurrección (Juan 20: 1–29); La Ascensión (Lucas 24: 36–53); La venida del Espíritu Santo (Hechos 2: 1–41); La Asunción de María, la Madre de Dios, al cielo; La coronación de María en el cielo.
El Papa Juan Pablo II agregó Los misterios de la luz, también conocidos como los Misterios Luminosos, en 2002: El bautismo en el río Jordán (Mateo 3: 13-16); La fiesta de bodas de Caná (Juan 2: 1-11); La predicación de la venida del Reino de Dios (Marcos 1: 14-15); La Transfiguración (Mateo 17: 1–8); La institución de la Sagrada Eucaristía (Mateo 26).
54 días Novena